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Nombre: albertiyele
Ubicación: Palma de Mallorca, Illes Balears, Spain

24 diciembre 2017

Con unas copas de champagne




Gachi, estás ahí? Tere, estás ahí? Roberto, estas ahí? Papá y mamá ya no están en este mundo. No quedan más testigos de la primera borrachera que me agarré en la vida. Sentada en el borde de la escalera, oyendo abajo el murmullo de la fiesta,  el mundo se me había convertido en una calesita que no paraba de dar vueltas, y yo era capaz de bailar y de reírme a carcajadas y de decir toda la verdad, pero no era capaz de bajar la escalera. Y todo aquello me parecía una farsa; toda esa gente que llenaba el salón de casa no me importaba nada y yo  sólo quería que se fueran todos para que me dejaran en paz con mis libros, que era el único lugar donde nadie me juzgaba. La literatura era el único lugar donde nadie me juzgaba, donde yo podía ser yo sin que nadie me dijera que era la peor de todas, la que no merecía nada, la que nunca podría hacer nada con su vida.

En qué momento nos resignamos a aguantar, a no seguir buscando, a aceptar el papel que nos otorgan como si nos lo mereciéramos, como si fuéramos animales en un zoológico: a usted le tocó león, a usted rinoceronte, y a usted monito tití. En qué momento  resolvemos que "nada quede escrito, que nadie sepa nada", y para eso armamos una estrategia que nos llevará la vida entera. En qué momento damos por perdidas todas las batallas antes de empezarlas, sólo para no sufrir. De dónde sacamos que podremos vivir sin sufrir, sin que nada nos roce.

Que nadie sepa nada de nuestros deseos, de nuestros fantasmas ni de nuestros terrores. Que todo sea tranquilo aunque sea todo mentira. Pero que no nos duela. Que nadie pueda lastimarnos nunca más. Que nadie sepa de verdad quiénes somos. Escondernos abajo de la cama y esperar allí a que pase la vida, pero que nadie más pueda lastimarnos.

Más de cuarenta años después nos agarramos otra borrachera con el mismo champagne, del otro lado del mundo, tenemos otra hora de lucidez y de mareo, y ya es demasiado tarde. Ya está. Entre una borrachera de la primera juventud y otra de la casi vejez, se fue la vida. Ay. Nunca sufrimos mucho,  no. Y nunca vivimos. Nos iremos de este mundo muertos de miedo, como estábamos desde el principio, y defendiéndonos, no sea cosa que...

Habrá que empezar todo de nuevo. Juntar los pedacitos y empezar todo de nuevo. Y que ya no nos importe lo que haya que sufrir ni cómo vayan a juzgarnos. Y rezar para que no esté todo perdido. Ya queda poco tiempo.

Feliz Navidad.

2 Comments:

Anonymous Túnicaherma said...

Tunicahermana dice;de eso se trata la vida querida mía, no se puede vivir sin sufrir, porque forma parte de darse cuenta cuando se es realmente feliz, los cobardes ni viven, sobreviven mirando pasar la vida. Adelante!

27/12/17 14:56  
Blogger albertiyele said...

¿Viste que podías?

28/12/17 10:40  

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