Releyendo
De vez en cuando releo lo que escribí aquí hace tiempo. Busco algo, alguna fecha, alguna sensación ya perdida, las fotos de algún viaje. Y ocurre que no suelo encontrar lo que busco sino lo que no busco.
Hoy buscaba un día de Reyes. Y encontré a mi primo Carlitos, nombrado y evocado a propósito de Soria, el lugar donde habían nacido sus abuelos. ¿Habrá conocido Soria, Carlitos? Estuvo en España, incluso estuvo cuando yo ya vivía aquí. ¿Habrá ido a Soria? Carlitos murió hace ya algo más de un año, en noviembre del 2010. Me enteré sentada en la cama de un hotel de Trujillo. Seguí después viaje a Salamanca, pero ya con el ala herida. Me enfermé. Tuve fiebre, como las fiebres horribles que tenía en la infancia, en el verano, casi ni bien empezaban las vacaciones marplatenses. Ni pude ni quise escribir sobre la muerte de Carlitos.
En junio, cuando tuve que ir a Buenos Aires, lloré la muerte de mi primo en el hombro de su hermana y de su padre. Hay cosas que no deberían pasar. Que nunca entenderé cómo pueden pasar.
En estos días estoy como atravesada por otra muerte, la de Micky. Tampoco sobre eso escribiré. Aunque sé que no serviría para nada siento que tendría que estar allá, poniéndole el hombro a Tere, a quien quiero tanto.
Hoy buscaba un día de Reyes. Y encontré a mi primo Carlitos, nombrado y evocado a propósito de Soria, el lugar donde habían nacido sus abuelos. ¿Habrá conocido Soria, Carlitos? Estuvo en España, incluso estuvo cuando yo ya vivía aquí. ¿Habrá ido a Soria? Carlitos murió hace ya algo más de un año, en noviembre del 2010. Me enteré sentada en la cama de un hotel de Trujillo. Seguí después viaje a Salamanca, pero ya con el ala herida. Me enfermé. Tuve fiebre, como las fiebres horribles que tenía en la infancia, en el verano, casi ni bien empezaban las vacaciones marplatenses. Ni pude ni quise escribir sobre la muerte de Carlitos.
En junio, cuando tuve que ir a Buenos Aires, lloré la muerte de mi primo en el hombro de su hermana y de su padre. Hay cosas que no deberían pasar. Que nunca entenderé cómo pueden pasar.
En estos días estoy como atravesada por otra muerte, la de Micky. Tampoco sobre eso escribiré. Aunque sé que no serviría para nada siento que tendría que estar allá, poniéndole el hombro a Tere, a quien quiero tanto.
posted by albertiyele | 12:52
3 Comments:
Te acompaño en el sentimiento, Albertiyele. Ese sentimiento que tú tienes ahora lo tuve yo en más de una ocasión: la tristeza por la muerte de alguien querido y la desolación por no poder estar donde quisieras en ese momento. Un abrazo.
Yo también lo siento Alicia, ya llegará la ocasión de recordarlo aquí como hoy haces con tu primo ¡Qué dolor estar tan lejos de tantos seres queridos! Mucho ánimo para seguir adelante con ese coraje y dulzura que posees.
Mi peor crisi: en 199y siguientes, cuando un hermano murió de un ictus cerebral (más fuerte que el que yo sufrí hace casi cuatro años). Tardé tres años en superarlo, pero me dejó marcado.
Un abrazo,
AG
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