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Nombre: albertiyele
Ubicación: Palma de Mallorca, Illes Balears, Spain

04 diciembre 2010

Formentor


Ya les hablé muchas veces de Formentor, pero por las dudas les vuelvo a contar: en la otra punta de la isla, digamos en el lado que mira a Menorca, hay una especie de bracito que se mete en el mar, el final de la Sierra de Tramontana que se mete en el Mediterráneo y forma una península, la península de Formentor. Al pie de esa península está el Puerto de Pollença, que todos los argentinos conocen por la canción (y el escándalo) de Sandra Mihanovich, y que deberían conocer por otras cosas, porque es el lugar de Mallorca más íntimamente ligado a la Argentina, y a los argentinos, que han tenido una relevancia en la zona por lo menos curiosa.
En fin, la península de Formentor sigue siendo, y demos gracias a Dios, un lugar de acceso difícil; se llega desde el Puerto de Pollença en unos barquitos que van y vienen durante todo el día (en verano) y desembarcan sus pasajeros en un amarradero bastante elemental; o se llega por un camino de cornisa que sube y sube cruzando la sierra y después baja y baja del otro lado, lleno de curvas y contracurvas sobre el abismo, apenas un camino por el que en algunos tramos si uno bajando se cruza con otro que está subiendo hay que esperar porque no pasan dos coches. Semejante odisea tiene pocos destinos: la playa de Formentor; el mítico hotel fundado por Adán Diehl en el 29; un barrio hiperexclusivo de casas amuralladas y vigiladas (allí pasó sus vacaciones este verano Madame Betancourt; no, la colombiana no; la francesa, la dueña de L'Oreal y de Helena Rubinstein, la del escándalo de la evasión impositiva en Francia, a quien su contador le recomendaba mientras lo grababan que sacara el dinero de Suiza y lo pusiera en un paraíso fiscal más seguro: Uruguay por ejemplo (ole y ole y ole para nuestros vecinos); o el faro en el que termina la península.
El camino, curiosamente, se hizo después que el hotel y justamente para servir al hotel, que se construyó y se decoró y se amuebló transportando los materiales y a los trabajadores en barcos, día por día.
La cuestión es que allí, en el Formentor, se hacen desde hace tres años cada final del verano unos encuentros literarios que son el acontecimiento cultural más internacional del año malllorquín. Y como la inscripción es pública y gratuita y no se exige más que la voluntad de ir, allá voy yo cada año, y este también.
Por azares de la vida este año fue completamente distinto de los anteriores. Ahora les cuento.

2 Comments:

Anonymous M.A.Moyà said...

La descentralización política de nuestro país no sólo ha originado un burdo nacionalismo de bailes regionales, días de la comunidad, festejos patrióticos y subvenciones a la nada, sino el engaño de que un aumento de autogobierno iba a ir en la dirección de los derechos de todos.

Pero en vez de defender estos derechos, se ha pasado a rendir culto -con disfraces diversos- al único dios conocido: el Dinero, y a amamantar la buroctracia inservible de los Estatutos.

Que cualquiera mire a su alrededor y diga lo que ve. En el periódico de hoy hay una foto de Formentor que me enfrenta con mi memoria.

El paisaje de Formentor no sólo simboliza la sencillez de lo verdadero, sino la intimidad deseada por muchos de nosotros. Hay unos pinos, una hermosa península, unos acantilados, y por supuesto una lengua de arena blanca que parece un rincón del alma. El hotel, casi escondido entre los pinos, es de línea austera, y representa la delicadeza de quien no ha querido herir, sino vestir tan sólo, un recodo de esta verdad.

Y ahí está, a la derecha, como una herida innecesaria, el horrible mamotreto, la huella brutal del Dinero, y la sonrisa sardónica de los que lo han permitido: todas esas instituciones que dicen que defienden lo de todos -el Govern Balear, el Consell de Mallorca, el Ajuntament de Pollença- con sus normas territoriales que no sirven para nada, con su inservible parafernalia burocrática de planes territoriales pactados, de acuerdo con la legalidad vigente.

Ahí está, ahí está, este mamotreto, que puede ser el empiece de lo que vendrá después. Sí, de lo que vendrá después, sin duda: ya sabemos por experiencia cómo se originan por aquí las transformaciones.

Y ahí están estas mismas instituciones, intentando tapar con unas nuevas Conversaciones Poéticas -aunque algo menos poéticas que las de 1959- la boca de los inconformistas. Un viejo soñador, un editor a quien admiro, ha dado en la diana sin pretenderlo, y su frase es una justa metáfora de lo que pasa en Formentor. El editor dijo que ellos querían cambiar el mundo, pero el mundo lo han cambiado los mercaderes. ¿Habrá podido ver el empiece de la destrucción, justamente él, que ha sido uno de los pocos que también estuvieron en 1959?

Jaime Gil de Biedma escribió un poema sobre su experiencia en Formentor, titulado precisamente Conversaciones poéticas (Formentor, 1959). Mira por dónde sus últimos versos habrán tenido la fuerza de una profecía:

...uno piensa / en lo que queda de esos días: / algo de luz y un poco de calor / intermitente, / como una brasa de antracita.
Lluís Velos 2008

10/7/11 18:13  
Blogger albertiyele said...

@Miguel Ángel. He pensado mucho en Formentor, y he investigado mucho y he escrito (más bien poco) sobre Formentor en estos años que llevo aquí. Tanto tanto que hasta he conseguido, por esos raros azares de la vida, contactarme con uno de los descendientes del fundador del hotel, Adán Diehl. Y tengo en casa un libro escrito por na Carme Riera y con unas fotografías bellísimas, con el que el grupo Barceló obsequió a los invitados a la fiesta del 70 aniversario del hotel. Yo estuve entre los invitados, también por pura casualidad: una de las investigadoras se enteró de mis investigaciones y me pidió unos datos, sin que yo supiera ni para qué eran. Un día recibí la invitación a la fiesta, sobre la que no escribí en el blog,aunque debí haberlo hecho.
El comienzo de esas investigaciones, si te interesa, sí está consignado en este blog, en varias entradas en enero del 2007. Pero de entonces para aquí averigüé muchas cosas más. De hecho he pensado en hablar de eso, del Formentor, en el blog de los lectores de AMM. Pero no me animo. Me da mucha pudor escribir allí otra cosa que no sean comentarios.

11/7/11 22:12  

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