Mi foto
Nombre: albertiyele
Ubicación: Palma de Mallorca, Illes Balears, Spain

09 mayo 2010

Mientras tanto

En mi ausencia de Palma pasaron dos o tres cosas que levantaron más polvareda en la gente que las noticias de corrupción política (que siguen y siguen), que el paro o que la desgraciada economía de Grecia.
Un médico de renombre, con una trayectoria empresaria y una vida aparentemente envidiable, decidió suicidarse. Y allá se fue al que parece que es algo así como el suicidadero oficial de los mallorquines: el Cap Blanc. Con todo y auto se lanzó al acantalido y esta historia s'ha acabat. No hay quien no sepa algo más, un detalle, una parte oculta y escabrosa de la historia: que si estaba endeudado hasta las cejas, que si había llamado a uno de sus hijos para comer esa misma mañana, que si tenía embargado hasta el aliento, que si estaba con una depresión de esas que derrumban a Hércules, en fin: las cosas que se dicen, que todos decimos, ante algo que nos asusta.

Para ir al cumpleaños que tuvimos hoy hicimos el camino que necesariamente tuvo que hacer este buen hombre ya con la certeza de la muerte, ya muerto, ya desbarrancado. El camino es sereno, bucólico, se ve la bahía de Palma entera, azul, con las velitas blancas de los barcos, las sierras abrazando la ciudad envuelta en una bruma suave. ¿Qué lo impulsaría a seguir? ¿Qué decide a un hombre a arrancarse de un mundo al que le queda mucho de bello por mostrar? ¿Por qué cosas se mata un hombre?

¿Y qué consigue que otros hombres se aferren a una vida que ya ni es vida ni sombra de la vida? ¿Qué lazos, qué yugos, atan a un hombre a la vida?
Me parece que esas preguntas nos inquietan tanto porque en el fondo sabemos las respuestas. Nada. Nada ata lo suficientemente a la vida; estamos todos expuestos a ese límite que está ahí, tan cercano, tan al borde del camino por el que caminamos. Nos inquieta, nos perturba, nos asusta saber que es tan fácil, que somos tan pero tan frágiles y que podemos cualquier día subirnos a un coche y enfilar hacia el Cap Blanc y hacernos añicos en un acantilado cualquiera. Y tenemos que encontrar una explicación que nos alivie, que nos otorgue la ilusión de creer que a nosotros no puede pasarnos.
En eso pensaba hoy mientras alisaba los cuellos y las mangas. Curioso.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

QUERIDA ALI: COMO SIEMPRE ME DELEITAN TUS COMENTARIOS, EL ALGÚN MOMENTO DE TU VIDA TENDRIAS QUE PUBLICARLOS, ESCRIBES MARAVILLOSAMENTE Y ME HACE BIEN LEERTE. ME GUSTO MUCHO VERTE, Y LAMENTO QUE ESTOS VIAJES SEAN TAN DOLOROSOS PARA VOS. NO ESTOY EN MI MEJOR MOMENTO, PERO DESEO TANTO REPONERME QUE NI YO NI FACUN MERECEMOS ESTA VIDA DE TANTOS SINSABORES. UN ABRAZO CON EL CARIÑO DE SIEMPRE SUSY.-.

11/5/10 19:35  

Publicar un comentario

<< Home