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Nombre: albertiyele
Ubicación: Palma de Mallorca, Illes Balears, Spain

17 mayo 2009

La mueblería

En el camino entre Manacor (prueben a decirlo con la voz medio nasal, las aes raritas, entre a y e, y sin la r final; así muy bien, ya les salió en mallorquín, los felicito, ´tá muy bien) y Algaida hay una megamueblería impresionante. No habíamos puesto un pie en el umbral de 5 pisos y no sé cuántos miles de metros cuadrados de muebles y muebles y muebles cuando nos barajó el mismísimo dueño del lugar; un manacorí de unos 70 años, buen conversador, simpático, con ese tono que tienen los mallorquines de tierra adentro cuando hablan castellano, que a mí me encanta, y super orgulloso de su negocio, y la verdad es que tiene con qué estar orgulloso porque yo nunca vi mueblería semejante. La verdad es que no se entiende muy bien cómo puede mantenerse semejante negocio, pero eso a mí no me importa y él sabrá y ya lo decía José Hernández y lo repetía mi papá cuando era mi papá: "cuando a otro ganar veas a molestar no te metas; cada lechón en su teta es el modo de mamar".
Allí estaba el hombre recostado amablemente en una reposera en la puerta, tomando el fresco y disfrutando de las praderas verdes de Manacor, así que fue vernos aparecer y acompañarnos en el recorrido entre mesas, poltronas, sillones, camas, cómodas, mesas, mesitas, sillas, cuadros, cortinados, lámparas y los mil enseres de cuanto estilo puedan ustedes imaginarse. Iba el hombre describiendo los muebles y mechando de a poco, al principio, adoctrinamiento político y moral. Que si este Zapatero es un cortito; que entre esta gente y el morenito de "wasintón" quién sabe dónde acabaremos, así empezó. Como el Bibi es del todo imperturbable y ya le pueden decir que se han follado a su santa madre que al tipo no se le mueve ni un pelo del bigote y no sabe no contesta, y yo, dedicada como estoy y debo estar a los deberes de mi sexo no tengo ni voz ni voto ni opinión que sirva para nada, al tipo se le fue calentando la lengua mientras seguía por los sofás segundo imperio y las tumbonas de teca: que si ahora sólo faltaba que las niñas de familia anduvieran por allí abortando como las criadas, sin que sus madres se enteren, que esto ya es el no va más. Y a los 13 años. Yo murmuré que era a los 16, pero no creo que me haya escuchado, y además a él le daba igual la edad; si eran niñas de familia así tuvieran 38, qué tanto. Que para abortar, morenitas (como el de wasintón, sí), latinas y criadas, que para eso están. Y en viendo que el Bibi y yo seguíamos entregados mansamente a la perorata de los respaldos Luis XV y las sillas castellanas y las consignas morales, ya se entró a despachar a gusto. ¿Vosotros sois argentinos, verdad? Ah y qué gran país el vuestro. Lástima de país, con lo rico que ha sido. Sí claro; con lo rico que ha sido (yo, bajito; el Bibi, mutis, ya te diré cosas, me sabe mal, reina, algo así como la argentinidad al palo pero en mallorquín, mi Bibi) . Aquí quien nos ha salvado ha sido Aznar, que si no fuera por él; él nos hizo entrar a Europa, que aquí era el África hasta Aznar, señores, el África; ¿Pero ese no fue Felipe Gonzá...? yo, bajito también pero se ve que me escuchaba cuando hablaba bajito el muy taimado, porque no me dejó ni terminar. Usted no haga caso de lo que le dicen, señora, que yo le explicaré la historia de este país desde la muerte del caudillo, para que usted lo sepa y no la engañen (si supiera el pobre hombre todo lo que él, tan animoso y sonriente entre las cómodas y los dresoirs, o el mismo Dios si tuviera voluntad, tendría que hacer para que a mí no me engañen, con lo fácil que tengo yo el engaño, con lo que me han engañado y hasta desengañado a mí en la vida). ¿Usted sabe quién fue el caudillo, verdad? ( a mí las preguntas, al Bibi no porque ya se dio cuenta de que no le va hacer abrir la boca ni con un sacabocados de talabartero) sí, claro, si vosotros los argentinos sois muy cultos y estáis muy enterados, yo lo sé. Vosotros no sois como esos otros latinos que nos han llegado ahora, que no se puede con ellos, que una orgía de dos días se ha mandado la niñata que en mala hora he tomado de asistenta, y ni echarla puedo ahora, con este Zapatero, que es muy cortito. Una vez muerto el caudillo tomó la riendas el rey, y Suárez, que fueron lo mejor que nos ha pasado, después de Aznar. Y ellos nos llevaron a buen puerto. Y después Aznar, que nos metió en Europa y en el euro y en la OTAN, que si no fuera por él. Para que ahora venga este Zapatero y este otro inútil de Algaida (me imagino que hablaba de Antich, que es el presidente de la comunidad balear y que por cierto no nació en Algaida sino en Venezuela, pero eso no se lo dije ni bajito, porque si encima se entera de que es un sudaca de esos hasta quizás mañana lo tengo yo al buen manacorí en la tapa de los diarios con la noticia del magnicidio en el archipiélago) a querer mantener vagos que no quieren trabajar, porque aquí no hay paro ni hay nada, aquí lo que no se quiere es trabajar. Y vivir del catalán, que desde cuándo se habla aquí el catalán, si nosotros hemos hablado toda la vida en mallorquín (sí, y yo en argentino, qué me vienen a mí ahora con el castellano, que eso será en Salamanca) y que yo soy mallorquín y essssssssspañÓL, bien essssssssssspañÓL. ¿Y usted a qué se dedica, caballero? Yo soy médico. Ya lo decía yo, si vosotros los argentinos sois muy cultos (si supiera, si supiera este buen español); ¿y usted señora? No, yo no trabajo. Pues que muy bien, como Dios manda, usted como una reina (una reina mismamente, me agarra sin la corona ni la capa de armiño porque pensaba ir a una calita, vio, a tomar sol, y aquí donde me ve yo soy una reina muy sencilla, modesta, casi le diría barata); se ocupará usted de su casa y sus hijos, como Dios manda, y a que nadie la mata, porque esa es otra, a poner dinero para que no maten a las mujeres, a saber qué mujeres son las que matan; y no, a mí nadie me mata, la verdad, por lo menos de un saque y así muerta muerta bien muerta, lo que se dice de no respirar, nadie me ha matado todavía, ya ve que ando aquí mirando muebles, y respirando tan tranquila, sin corona; pero creo que aunque eso no se lo dije tan bajito no escuchó o le dio igual si yo estaba viva o muerta o qué sé yo. ¿Y casados como Dios manda, verdad? Claro, ya lo decía yo, y tan felices, que nosotros llegábamos al día de la boda con una ilusión (y con una calentura que pa´qué, pero eso tampoco ni bajito, que me crucifica ahí mismo, entre los bargueños y las mesas taraceadas) para que ahora las niñas de 13 años, las cosas que hay que ver; no si estos argentinos es que están muy enterados, con lo rico que ha sido su país, una lástima. Un hermano de mi padre fue inmigrante en la Argentina y ya nos lo decía, que allí había mucha riqueza, una lástima. Y así que ya sabéis, veníd cuando queráis que seréis siempre bienvenidos, y en persona ( ay mi Dios, qué delito cometí... y sigue Calderón) os ayudaré a elegir el mejor mueble, porque es un gusto tratar con gente como vosotros, que sois muy finos y muy cultos los argentinos, que se nota que sois como nosotros y no como esos otros que han llegado.
Mudo llegó el Bibi desde Algaida hasta casa, que otros ahorran en dólares y él en palabras, a mirar algún partido de fútbol en la tele, cualquiera, el que dieran, es lo mismo. Y yo a la cocina, como Dios manda, a preparar la cena, con la cabeza llena de palabras y estilos y argentinos cultos y aznares; y sin salir del asombro de haberme aprendido tan bien aprendida la historia de los últimos 30 años de España en el curso de una media hora mientras miraba sillas. Ay cuánta razón tiene mi santa madre, para qué tanto leer y leer, que sólo conseguí quemarme la vista (ni los ojos ni las pestañas, es el mismísimo sentido de la vista el que arde con los libros, hay que ver) y al final era todo tan fácil. ¿Y ya les dije olé? Bueno, ahí va de nuevo: olé y olé y olé.

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