Acá va el Bibi haciéndose el Manolito. De paso: extrañé mucho a mi Manolito en el viaje. Muchas veces pensé si me conocería al volver, si todavía me querría como me quería cuando me fui. Pavadas, porque la fidelidad perruna no tiene límites; también de los perros tenemos mucho que aprender.
1 Comments:
tunicahermana dice: siempre come envuelto este chico??
Les queda muy bien estar contentos, realmente les queda muy bien. Te mando un beso y como veras, y por si llega a salir, no puse ni una palabra discordante, besosssssssssssssssssss
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