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Nombre: albertiyele
Ubicación: Palma de Mallorca, Illes Balears, Spain

30 enero 2007

Gracias por el fuego

Es cierto que los mallorquines no son ni muy salerosos ni muy propensos a ninguna clase de efusividad ni de expansión, y que muchas veces uno sospecha que en lugar de llegar a una isla con sangre y pasión y calor mediterráneos ha llegado a un poblado de esquimales o de nórdicos austeros y medidos. Suelen parecer mezquinos de palabras y de gestos de cordialidad; tímidos y desconfiados; callados y hasta un poco misteriosos, con sus respuestas casi siempre monosílabas. Pero... siempre hay un pero. Ya no sé dónde leí hace poco que un inglés dijo que los mallorquines son cristianos de día, moros de noche, y judíos todo el año. Me sonreí, y me quedé con lo más vulgar del chiste, después de todo aquello era un lugar común como tantos otros que circulan con tantos otros pueblos: los judíos, los gallegos, los catalanes, los genoveses, los sicilianos, los franceses, los argentinos. Pero, ¿y lo de moros? ¿qué les puede ver nadie de sensuales y opulentos moros a estos insulares de apariencia tan frígida?, pensé. Ah! debí esperar a ver al menos dos noches invernales en Palma para entender por dónde les sale la desmesura, la pasión, lo dionisíaco, la esperada mediterraneidad, el juego y el fuego a mis queridos mallorquines!
La fiesta empieza alrededor de la segunda semana de enero, y sigue y sigue hasta el borde del helado febrero. Si quieren conocer Mallorca, pero no la Mallorca turística de alemanes de pieles ardidas, calas bellísimas repletas de rubios enormes e ingleses borrachos copándolo todo, sino la otra Mallorca, la de los mallorquines, la profunda y verdadera, lleguen a Palma para celebrar San Sebastián, en el enero invernal e íntimo. Pasen y vean. Lo mejor del espectáculo es absolutamente gratis porque lo hacen ellos a fuerza de pura pasión española (y que se me perdone ese gentilicio tan denostado, pero no pueden negar, no pueden negar) y los "forasters" y los extranjeros no podemos sino decir gracias. Gracias por el fuego. Mañana les cuento.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Eso me hace acordar a los suizos.
En realidad es porque no es cierto que los nòrdicos sean tan frìos ni tan medidos, te lo digo yo que tengo un marido que juega de local y que vivo aquì desde hace el tiempo suficiente para conocerlos un poquito.

Son menos excesivos que nosotros, que es bastante verdad que somos un tanto excesivos.

Aquì la gente no se tutea todos con todos (de todos modos nunca entendì po qué allà de golpe lo hacen, me choca un poco). Se comienza por tratarse de usted y se llega al tuteo cuando la cordialidad y la amistad o algo asì, comienzan.
Una amistad llega màs tarde que allà... o es que como uno no se tutea hasta para preguntarse la hora, parece que llega màs tarde.... pero llega. Y es una amistad con raìces. Tal vez también con menos decepciones, ya que no se espera que cualquiera sea tu amigo.

La cuestiòn es que, para aquél que quiera venir a encontarse con los verdaderos "neuchâteloises", no es cuestiòn de venir en julio ni en agosto, sino en otoño: para la Fiesta de la Vendimia.
Ahì te quiero ver!
La diversiòn asegurada y el espectàculo en la calle no puede ser mejor. Mucha mùsica, disfraces... beberajes también, pero no solamente. Mucha alegrìa sobre todo.

Un càlido saludo... hic! desde el borde del lago en una mañana gris, frìa y seca. De todos modos ñam-ñam!
Virginia

31/1/07 09:07  

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